Me siento extraña en mi propio lugar (adaptación)

Haciendo un remember de los posts del otro blog (ya los he recuperado casi todos) he decidido reeditarlos en vez de colgarlos tal como estuvieron originalmente.

No hace demasiado tiempo yo era de las que vivían las elecciones como si fueran un Madrid-Barça. ¿Por qué somos de un equipo u otro? No atiende a explicaciones racionales (ahora podría saltar algún listo que me diera una clase magistral sobre cómo el ambiente influye también en eso). Pues así me sentí yo aquel marzo del 2008, me hubiera faltado estar en el Santiago Bernabéu con la cara pintada.

¿Por qué era del “Madrid”? Porque me parecía la opción correcta, porque creía estar de acuerdo en el 80% de los puntos de su programa y porque la otra opción, el “Barça”, directamente ni me la planteaba. Perdió el Madrid.

Entonces fue cuando se me ocurrió buscar una alternativa, busqué incluso en tercera regional. Me decía a mí misma que algún equipo tendría que haber con el que coincidiera... Y fue cuando me di de bruces con el NS.

España está dividida, la Guerra Civil finalizó hace mucho tiempo pero…. A la que te da por pensar un poquito al margen de los mensajes adoctrinadores de los dos partidos con mayor número de votantes de España ¿qué te encuentras? Indagué, conocí, descubrí. Simbología,  saludos, ideologías que son filosofía, historia, canciones reivindicativas…. Una guerra latente.

Los jóvenes (y los no tan jóvenes) se enfrentan por un trauma -histórico- no superado. Durante la transición se llegó a un acuerdo tácito (o no) y se echó tierra sobre el asunto, se miró hacia otro lado como si nada hubiera pasado. Así llegamos al día de hoy arrastrando las muertes de ambos bandos. Unos ensalzan la memoria de sus difuntos abuelos y juran venganza, otros que odian a estos primeros, unos que directamente odian a los extremistas (convirtiéndose en lo que persiguen). Un sin fin de visiones. Yo, que presumo de ser muy razonable y racional, me he visto seducida. He descubierto a personas válidas al 110%, coherentes, inteligentes y capaces de encauzar a España por el camino adecuado... Pero esto no llega.

Soy mallorquina, española, europea y blanca. No soy capaz de comprender el sentimiento de antiespañolismo de muchos españoles, cuanto ni menos a estos que se inventan países dentro de España. Y para terminar, un juego: cierre los ojos, deje la mente en blanco e imagínese a un sueco, a un africano y a un chino ¿Eran blanco, negro y amarillo? ¿Por qué? Porque los suecos son blancos, los africanos negros y los chinos amarillos. Pues esta es la segunda parte que se escapa a mi entendimiento ¿Qué sentido tiene que un negro/amarillo/rojo/azul/verde diga que es español? No majo, para ser español tienes que ser blanco ¡Es de cajón!

Española: natural de España (R.A.E.) ¿Ves? No hay más…. Ahora bien, aquí ya podríamos empezar con las connotaciones que, para cada uno, tiene la palabra español. En cualquier caso, soy española o españolísima, si cabe.